MEDARDO MEJÍA
Poeta, ensayista, historiador y periodista
Nació el 20 de octubre de 1907 en la aldea de Jimasqui, Manto, Olancho en Honduras., murió en Tegucigalpa en 1981. Poeta, ensayista, historiador y periodista. Sobre sus inicios escribió: !»con la invitación de las bellas revistas del poeta Froylán Turcios… yo empecé a escribir en un periodiquito estudiantil llamado «Luz y Patria» fundado con varios compañeros de colegio, y todo fue empezar para no dejar.» Ha sido uno de los escritores más polifacético y prolífico dentro de las letras hondureñas. Ensayista e historiador, trabajó con muy buen suceso géneros como la poesía, el cuento y el teatro. «Medardo Mejía representa una generación que afloró en una década difícil; y que por difícil dividió a sus integrantes: unos decidieron aceptar y servir el orden político que se imponía, y los otros el camino del exilio. Mejía fue uno de estos últimos».
Obras
Discurso del Dorado. Tegucigalpa, 1932. Algo sobre la política hitleriana del doctor Angel Zúñiga Huete. México, 1937, José Antonio Domínguez en el Himno a la Materia. 1945, Capítulos provisionales sobre Paulino Valladares. Guatemala, 1946, el movimiento obrero en al Revolución de Octubre. Guatemala, 1948. El humanismo en la Presidencia. Guatemala, 1950. Don Juan lindo, el Frente Nacional y el Anticolonialismo. Tegucigalpa, 1959, Ante proyecto de la constitución de la República de Honduras, Tegucigalpa, 1955, Cinchonero (Drama de tres actos y seis cuadros). Tegucigalpa, 1965, Apuntes de Sociología. Tegucigalpa, 1959, La Ahorcancina. Tegucigalpa, 1971, Historia de Honduras, tomo I (Sociedad Primitiva, Precolombina, Maya, Tolteca). México, 1959, Historia de Honduras, Tomo II (el descubrimiento, mundialización de Honduras). México, 1970. Los diezmos de Olancho. Tegucigalpa, 1976. Trinidad Cabañas, soldado de la República Federal. Tegucigalpa, 1971, Anahte, Tegucigalpa, 1975, El fuego nuevo. Tegucigalpa, 1975, José Cecilio del Valle: gran precursor del movimiento de liberación nacional en América Latina. Tegucigalpa, 1977, El genio de Cervantes y el secreto del quijote en América Latina. Tegucigalpa, 1979, Comizahual: leyendas, tradiciones y relatos de Honduras. Tegucigalpa, 1981, Historia de Honduras, Tegucigalpa, 1984, seis volúmenes. En su ensayo «Refiere Anisias, el paso de aquel milpero», se encuentran datos autobiográficos. En 1930 obtuvo el Primer Premio en el Concurso Científico-Literario, con su libro Cuentos del Camino, que fue extraviado, Premio de Periodismo Paulino Valladares de la Asociación de Prensa Hondureña, Premio Nacional de Literatura «Ramón rosa» en 1971. Influido por la filosofía marxista, su interpretación histórica estética está basada ene l materialismo histórico y dialéctico. Fundó la revista Ariel, (1964-1976), retomando la labor de difusión iniciada por Froylán Turcios. También sobresalió en el campo de la dramaturgia. De él dijo Ventura Ramos: «Medardo Mejía representa una generación que afloró en una década difícil; y que por difícil dividió a su integrantes: unos decidieron aceptar y servir el orden político que se imponía, y los otros el camino del exilio. Mejía fue uno de estos últimos». Utilizó los seudónimos: Antonio Rumañón, Segismundo Topilzín, Luis C. Martínez. Para Roger Isaula: «La Patria, que para él era el pueblo sencillo con su carga de humillaciones históricas, constituyó el centro de su permanente reflexión y la materia viva de su creación literaria… En la mayoría de dichos escritores exaltó el amor a la patria y a nuestros valores nacionales.
Para Julio Escoto, «Aunque fabulador de mucha de nuestra historia sobre todo la Maya es innegable que Mejía dedicó toda su vida al más ingrato –y no rentable– oficio nacional: explorar y clarificar el núcleo elusivo de la identidad hondureña; vertió sus ahorros en proyectos formativos –libros–, revistas, rescates documentales, proclamas –que al final nadie agradeció, pero ese es precisamente el premio del verdadero creador, hasta ahora, en nuestra sociedad: laborar sin recompensa esperada y ser descubierto y póstumamente vanagloriado 50 años después. Mejía destacó por su inocente honestidad divulgativa: casi cualquier proyecto revolucionario o cultural contaba con su aprobación y esa trascendencia pura de cambio, así como su voluminoso esfuerzo por despertar una sensibilidad patria…A pesar de sus defectos personales y su a veces unilateral predisposición por corrientes determinadas, fue honesto y construyó siempre con amor en la mente de los demás».
Reconocimientos
En 1930 obtuvo el primer premio en el Concurso Científico-Literario, con su libro “Cuentos del Camino”, que fue extraviado, Premio de Periodismo Paulino Valladares de la Asociación de Prensa Hondureña, Premio Nacional de Literatura «Ramón Rosa» en 1971.