LUCILA GAMERO DE MEDINA
Novelista
Lucila Gamero Moncada Nació en Danlí, Honduras, 12 de junio de 1873 y falleció el 23 de enero de 1964. Es una de las primeras mujeres escritoras hondureñas que alcanzan a producir una obra literaria, sólida y vanguardista, para la sociedad y las mujeres de su tiempo, en el género de novela. El crítico y escritor Luis Mariñas Otero la llamó «la gran dama de las letras hondureñas». Perteneció a diversas asociaciones culturales tanto en Honduras como en otros países. La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) le otorgó, por suficiencia, el título de médico.
Obras:
Amelia Montiel (1892). Adriana y Margarita (Tegucigalpa, 1897). Páginas del corazón (1897). Blanca Olmedo, novela, (Tegucigalpa, 1900). Aída, novela regional, (Tegucigalpa, 1912). Betina (Tegucigalpa, 1941). Amor exótico (México, 1954). La secretaria (México, 1954) y El dolor de amar, novela regional y psicológica (México, 1955). Según Luis Hernán Sevilla, la primera novela escrita por Doña Lucila fue Páginas de corazón (1897), unos meses antes de Adriana y Margarita. Luis Mariñas Otero la ha llamado «la gran dama de las letras hondureñas». Para Julio Escoto, su más conocida novela, Blanca Olmedo, «consta de cincuenta capítulos…en su organización interna la estructura es perfectamente reconocible: presentación de ambiente y personajes, centro o nudo de la trama y el funesto desenlace… no sigue la típica literatura que enhebra páginas y páginas con descripciones, explicaciones, advertencias, etc., propios de la novelística romántica e incluso del Realismo. Si su modelo fue María, defiere de ésta, esencialmente, en su riqueza de movimiento y constante actividad. La obra ejerce el poder seductivo del verbo. Un noventa por ciento de su texto está constituido por diálogos y más diálogos. Este es, indudablemente, el secreto de su éxito». La Editorial Universitaria publicó en 1994: Una mujer ante el espejo. Introducción, Selección y Notas de Juan Ramón Martínez. Una especie de memoria de la escritora Lucila Gamero de Medina. Blanca Olmedo continúa siendo una novela muy atractiva para todas las generaciones de hondureños y hondureñas.