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LOS PECH

1. Contexto histórico etnográfico: ubicación geográfica y número poblacional

Los pech se encuentran localizados en los departamentos de Olancho, Colón y Gracias a Dios. Ocupaban la región central de La Mosquitia hondureña y el noreste del departamento de Olancho, o sea, la región situada entre los 83. 10 y 86 grados de longitud oeste del meridiano de Greenwich.

El territorio pech es muy desigual y montañoso. Es cruzado por varias de las importantes serranías que son ramales de la sierra de Agalta, con orientación de suroeste a noreste, entre el departamento de Olancho y Colón, e incluye las montañas de El Boquerón, separadas por el Valle del río Telica y las montañas de El Carbón, las de los ríos Sico y Paulaya, separando los municipios de San Esteban y Culmí, que dan origen a los ríos Wampú y Paulaya, así como a los afluentes del río Sico.

Se han realizado pocos estudios sobre este pueblo indígena. En la época precolombina, vivían en la parte central de La Mosquitia hondureña y en el noroeste del departamento de Olancho y, hasta la última mitad del siglo XVII, ocupaban toda la comarca entre los ríos Aguán, Patuca y el mar; eran además, dueños del litoral de la región de Caratasca hasta el cabo de Gracias a Dios, frontera con Nicaragua.

A mediados del siglo pasado, los pech se encontraban diseminados en el departamento de Olancho, en los poblados de Dulce Nombre de Culmí, El Carbón, El Pajal, Pukira, en el curso superior del río Guampú, la parte alta del río Aguán y los bajos del río Patuca. Algunos se habían desplegado hacia el departamento de Colón y Gracias a Dios, es decir, toda la comarca entre los ríos Aguán y Patuca.

En la biósfera del río Plátano, sección correspondiente al departamento de Gracias a Dios, existen pequeñas comunidades pech y asentamientos dispersos a lo largo de la mitad del río, entre Las Marías y Waiknatara. En la comunidad de Las Marías, donde son una minoría, se han mezclado con los misquitos y garífunas, pero los más viejos conservan parte de sus costumbres y hablan su lengua; los contactos más recientes con la economía costera, dominada por los misquitos, ha traído como consecuencia que la mayoría de ellos hablen misquito y estén perdiendo la lengua materna. Los niños, por ejemplo, aprenden español en la escuela de Las Marías, hablan misquito con sus compañeros, pero aunque comprenden pech, no lo hablan.

2. Actual población pech

En la actualidad, la mayoría de los Pech están establecidos en el departamento de Olancho, diseminados en varios poblados: Nuevo Subirana, Pisijire, Jocomico, Agua Zarca, Santa María de El Carbón, Vallecito, Dulce Nombre de Culmí y Culuco. En Gracias a Dios: Las Marías, Baltituk y Waiknatara y en el departamento de Colón: la comunidad de Silín.

La mayoría de estas comunidades, como Jocomico, Agua Zarca, Las Marías, Waiknatara, Baltituk, Pisijire, Vallecito, Culuco y Nueva Subirana, son sin agua potable, luz eléctrica y, además, carecen de servicios de salud. Silín y El Carbón son comunidades que, en los últimos años, han alcanzado progreso en lo que respecta a aspectos como letrinización y agua potable. También la enseñanza ha mejorado considerablemente. Son dos comunidades pech bien organizadas.

3. El aspecto religioso cultural

Hasta el siglo XVIII, los pech vivían en el corazón de la selva de Agalta, su actividad productiva fundamental era la cacería y la pesca, con una incipiente agricultura basada, principalmente, en el cultivo de tubérculos como la yuca dulce y, eventualmente, el cultivo del maíz. Se caracterizaban por ser nómadas.

Ahora los pech son poseedores de una cosmovisión muy particular que los diferencia del resto de la sociedad hondureña y que se expresa en los diversos aspectos de su vida cotidiana, entre los que se destacan su narrativa, ceremonias, fiestas, bebidas y su relación con la naturaleza. Guardan un profundo respeto por la flora y la fauna y practican una serie de normas que regulan la explotación de los bosques y animales, lo que les permite mantener un equilibrio con el ecosistema; pero, a partir del momento en que se insertan a la sociedad nacional, sufren un proceso de destrucción de su ecosistema y una constante desvaloración de su propio sistema socio-cultural; aún persisten formas ancestrales como los curanderos, quienes son los responsables de conservar y divulgar la medicina pech, que descansa en un profundo conocimiento de la naturaleza. Conocen procedimientos terapéuticos para tratar la mordedura de la serpiente «barba amarilla» y para curar las enfermedades que azotan a la comunidad. Los ancianos aún son muy respetados y consultados.

La historia mítica del pech habla que este pueblo es hijo del rayo y que los rayos, en épocas anteriores, fueron pech que vivieron sobre la tierra y que lucharon por exterminar a los gigantes caníbales, representados por Takascró, jefe de esta raza, pero antes se batieron contra sus guerreros, los chaca-chacay, que eran enormes lagartijas.

4. Fauna

La fauna de esta región es variada. Los animales más comunes son los de vida arbórea. Existen algunas especies de reptiles, anfibios, pájaros y murciélagos. Entre los animales domésticos se encuentran: caballo, asno, perro, gato doméstico y cerdo. Además, existen otros animales como: iguanas, coyotes, ardillas, micos, guatuzas, tepescuinte, monos, tigres, tigrillos, pizotes, danto o tapir, venado, jaguilla, etc.

Entre las serpientes más comunes se encuentran: barba amarilla, cascabel, tamagás negro, zumbadora, mica, etc. La avifauna es muy variada, contando con zorzales, zanates, colibríes, pericos, pájaro carpintero, alma de perro, gavilanes, lechuzas, cucuyo, guaras, jilgueros, loros y otros.

5. Producción y comercialización

El aspecto productivo se basa en el cultivo de maíz, frijoles, arroz, yuca, bananos, café, aceite de liquidámbar y, en menor cantidad, caña de azúcar. La economía pech es del tipo de economía productora de valores de uso; es decir, dirigida a la autosubsistencia local y regional. Ello supone que la satisfacción de las necesidades más apremiantes como la alimentación, salud, vivienda y energía, a través de los que la etnia se reproduce materialmente.

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