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EL ESTADO Y SUS INSTITUCIONES

El  Estado de Honduras esta caracterizado  por  una  lenta evolución desde el momento mismo en que asumió plenamente su soberanía.  El 5 de Noviembre de 1838, Honduras  se declaró en Estado Libre y Soberano, desligado de la República Federal  Centroamericana,  y   puso en vigencia la II Constitución Política el 11 de Enero de 1839. Como recordamos la primera Constitución  Política fue emitida en 1825, pero el  Estado de Honduras  estaba  unido a la República  de las Provincias Unidas de la América Central. Es decir, que el modelo federal  imponía  la política administrativa, legislativa y judicial  a todos los  estados miembros. No había plena Soberanía por cuanto los puertos, aduanas,  empleados y funcionarios fiscales  eran nombrados por el gobierno federal.   Se comprende que la Soberanía es la capacidad autónoma de una nación o país para  administrar  su forma de gobierno, territorio, recursos  y población, sin más limitaciones que su propio ordenamiento jurídico  mandado por la Constitución Política.  El Presidente en ese entonces era el salvadoreño  Manuel José Arce, y, fue sucedido por el hondureño  Francisco Morazán Quesada, 1830-1839.

Su lenta evolución se advierte en su proceso de configuración territorial y en alcanzar una población  suficiente que le garantizase el ejercicio de la soberanía  y autoridad.  Las dificultades geográficas  para facilitar la comunicación e integración,  y el despoblamiento de inmensas áreas  del territorio impidieron que el Estado  ejerciera su verdadera soberanía en toda la nación. Durante el mundo colonial, 1524-1821, Honduras,  despertó poco interés   entre las autoridades de la Corona española  por  su despoblamiento  y  la inhóspita geografía que conspiraba  contra  la política de colonización, pues dificultaba la integración de las poblaciones hacía la sede del gobierno.  Durante  más de cuatro siglos, Honduras  fue un país desintegrado y sin  un sistema de comunicaciones que facilitara el intercambio de productos. Es a partir de 1950 que empieza un programa de construcción de circuitos carreteros para integrar las poblaciones hondureñas. Todavía  hay zonas como La Mosquitia  que adolecen de caminos que faciliten la natural comunicación  con las cabeceras municipales y departamentales.

La configuración territorial ha atravesado varias fases. La primera comprende las primeras negociaciones con El Salvador, Guatemala y Nicaragua  para definir las fronteras terrestres, 1842-1894, hasta la suscripción del Tratado Gámez- Bonilla  que  incorporó la figura del arbitraje para la solución de los problemas limítrofes.  A partir del  Laudo Arbitral, 1906,  de su Majestad  Alfonso XIII, Rey de España, Honduras  transita por una vía más expedita para ajustar  sus límites territoriales. Una segunda fase que comprende desde el  Laudo, 1906,  a la Sentencia arbitral de Washington en 1932, que definió la frontera con Guatemala. La tercera fase arranca de la sentencia arbitral de Washington hasta la sentencia  de la Corte Internacional de la Haya en 1960 que ratifica la validez del Laudo y  ajusta la frontera territorial  con Nicaragua de manera contundente. Una cuarta que comprende de 1960 a la suscripción del tratado de Paz con El Salvador en 1980 para someter  a la jurisdicción de la Corte Internacional  de la Haya el diferendo limítrofe entre ambas naciones. Una quinta fase se inicia en 1980 a  1992 con la Sentencia de la Corte de la Haya para  la problemática territorial entre Honduras y El Salvador y definir la situación del Golfo de Fonseca.   Y, finalmente, una sexta  fase que va de la ratificación de la Sentencia de la Corte de la Haya en 2002  a 2007, año de la sentencia sobre el limite marítimo  con Nicaragua  en el Paralelo 15  en el Mar Caribe.  Hay que agregar que en estos  periodos, Honduras inició la  definición de las fronteras marítimas  con varios países, entre ellos, Colombia con el Tratado Azcona-Betancourt. Suscrito  en 1986 y ratificado en diciembre de 2000. Igualmente con México y  naciones del Mar de las Antillas. 

Por su escaso poblamiento, el Estado de Honduras  no ejerció autoridad suficiente que le asegurase  una legitimidad  como gobierno sobre sus pobladores. Al momento de la proclamación de la Independencia en 1821, Honduras contaba con apenas 300,000.00 habitantes. Y solamente a finales de la década de 1950, el país llegó a alcanzar un millón de personas.  La raquítica población ha sido un obstáculo  para tener control y autoridad en varias zonas. Honduras fue, desde temprano, una nación fuertemente poblada en la zona centro-occidente, y  con muy escasa población la región del litoral atlántico y oriental. Esta disparidad poblacional  ha sido objeto de estudios que demuestran que el Estado no  tenía presencia en  muchísimos  lugares, lo que impedía  que las políticas públicas  llevaran algún beneficio  a sus habitantes. Actualmente,  el Instituto Nacional de Estadística, INE,   lleva a cabo, cada dos años,   Encuesta de Hogares con múltiples  usos  que permiten actualizar los datos de población y otros indicadores necesarios para desarrollar políticas sociales a favor de los hondureños y hondureñas.        En síntesis, el Estado de Honduras ha evolucionado muy lentamente y las dificultades de su agreste geografía, sumado a la lenta  recuperación poblacional,  han impedido  ejercer la  soberanía en todo su entorno territorial. Sin embargo, en los últimos años ha venido sosteniéndose  una política  de mayor integración poblacional y territorial por medio de instituciones gubernamentales y la presencia de las Alcaldías Municipales.  

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