CLEMENTINA SUÁREZ
Nació en Juticalpa en 1906 y murió asesinada en Tegucigalpa el 9 de diciembre de 1991. Obras: Corazón sangrante, poemas (Tegucigalpa, 1930); De mis sábados el último (México, 1931); Engranajes, poemitas en prosa y verso (San José, 1935); Veleros, 38 poemas (La Habana, 1937); De la desilusión a la esperanza (Tegucigalpa, 1944); Creciendo con la hierba (San Salvador, 1957); Canto a la encontrada patria y su héroe (1958); Los templos de fuego, poemas (México, 1931); El poeta y sus señales, antología (Tegucigalpa, 1969) y Clementina Suárez: selección de críticas, comentarios, pinturas y dibujos (Tegucigalpa, 1969). Recibió el Premio Nacional de Literatura «Ramón Rosa» en 1970. Vivió en México y El Salvador, teniendo gran amistad con literatos y pintores latinoamericanos. La colección de sus retratos es una de las más grandes de América con pintores tan importantes como Diego Rivera u Clemente Orozco. Fue una de las iniciadoras del movimiento feminista en Honduras.
PÍNTAME PINTOR
Píntame, pintor. Píntame con el rostro que adivine, con cabellos de resina y con mejilla ensangrentada. Píntame con cuerpo de mujer asoleada y con aliento de retama.
Pinta mis ojos con el agua de todas tus charcas, con la profundidad de tus mares y con la negrura de todas tus noches.
Y píntame sobre todo estas miradas que del corazón me sube llena de ternura… Me dices que soy fea, que soy fea para ti. No lo creo, no lo puedo creer, pues cuando tus ojos están en mis ojos, yo me siento hermosa de la cabeza a los pies. Y menuda y breve figurita de miel pienso, que si me tocaras me desharía como gota de rocío que se evapora cuando calienta el sol.