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LOS TAWAHKAS

Los tawahkas o sumos, como también se les denomina, son uno de los grupos indígenas que habitan en las riberas del río Patuca, en el departamento de Gracias a Dios y parte del departamento de Olancho en Honduras y en la Costa Atlántica de Nicaragua. La región que comprende el departamento de Gracias a Dios se conoce como La Mosquitia. Aquí nos referiremos a los tawahkas ubicados en Honduras.

Tierra adentro de la costa de La Mosquitia viven los tawahkas. La mayoría de ellos reside en la aldea de Krausirpe, ubicada en la margen derecha del Patuca (viniendo río arriba desde Wampusirpe) y en la desembocadura del río Wampú. La única vía de comunicación de esta comunidad es el río Patuca.

Los tawahkas habitan esta región desde el siglo XVII, aproximadamente. De acuerdo a Linda Newson, «los sumus eran uno de los grupos indígenas más extensos de Centroamérica durante el período colonial. Se extendían hacia el sur desde el río Patuca en Honduras, a través de la Sierra Central de Nicaragua, hasta el río Rama. Hacia el oeste se extendían dentro del sur de Honduras, y en Nicaragua colindaban con los matagalpas y con el Lago Nicaragua». Durante la época colonial, se vieron obligados a replegarse hacia el interior del país, ante la belicosidad e intransigencia de los misquitos o zambos; así fue como se establecieron en la región actual.

En la parte de Honduras, existen de 800 a 1,000 tawakas, aunque es imposible precisar un número exacto, pues desde 1974 no se han efectuado censos poblacionales sobre las comunidades indígenas del país. Los datos que presentamos son aproximados. En total, estimamos que su número (los de Nicaragua y Honduras juntos) es de 14,000, aproximadamente. Sin embargo, las siete comunidades que constituyen este grupo en Honduras: Krausirpe, Krautara, Dimikian, Yapuwas, Kamakasna, Wasparasni y Santa Marta.

Los poblados tawahkas son materialmente pobres; desprovistos de los servicios de agua potable, luz eléctrica y servicios sanitarios y rodeadas por extensas zonas selváticas. La única forma de comunicación es por medio de pipantes (una especie de canoa). Los viajes en pipantes pueden durar de tres a cuatro días, para poder comunicarse con Ahuas y Barra Patuca, las poblaciones de mayor importancia en la región.

Debido a las uniones continuas dentro del grupo y a la carencia de servicios de salud, así como a la falta de capacitación en cuestiones de higiene, hay un descenso considerable de la población. Por otra parte, son comunidades pequeñas, totalmente aisladas.

Alimentación

La dieta alimenticia de los tawahkas está constituida por arroz, guineos, plátanos y yuca; en algunos casos, carne de pescado, tortugas, huevos de gallina, cangrejos, animales de monte (venado, jaguilla, quequeos y danto o tapir) y, en menor proporción, carne de cerdo y carne de res.

La influencia misquita en la alimentación se manifiesta con el guabul, bebida preparada con plátano, chato o guineo maduro o verde cocido, que luego machacan en calderos de hierro; luego, a la masa le agregan leche de coco, de vaca o agua y azúcar, según las posibilidades familiares. Esta bebida la consumen durante los tres tiempos de comida. También hacen guabul de una fruta llamada mazapán y de pejivalle. También consumen pejivalle o sopa cocida y preparan bunya, que es un plato hecho con yuca cocida, machacada, que dejan fermentar por espacio de varios días, luego se envuelve en hojas de plátano o bijao para su conservación. El sasal lo preparan con yuca rayada, que envuelven en hojas de bijao o plátano para conservarla; de esta masa preparan tortillas, según se presenta la necesidad. La chicha es otra bebida típica muy consumida por los tawahkas; para su elaboración utilizan diversos productos.

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